martes, 27 de mayo de 2008

Poema del regreso

Vengo del fondo oscuro de una noche implacable,
y contemplo los astros con un gesto de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso culpable,
y una paloma blanca se me posa en el hombro.

Mi corazon humilde se detiene en tu puerta,
con la mano extendida como un viejo mendigo;
y tu perro me ladra de alegria en la huerta,
porque, a pesar de todo, sigue siendo mi amigo.

Al fin crecio el rosal aquel que no crecia
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo tambien he cambiado mucho desde aquel dia,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.

Quizas tu alma esta abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mirame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabras que no he vuelto... porque estaba contigo.

Jose Angel Buesa

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades, a veces un sueño es algo por lo que pocos se atreven a luchar. Sólo puedo desearos un maravilloso futuro. recibe un fuerte abrazo. Natur Line Sex